¿Qué es el ácido úrico y cómo influye en nuestro organismo?

El ácido úrico es el producto de desecho que se genera a partir de las purinas. Las purinas se crean una parte dentro de nuestro organismo y otra parte la obtenemos de la alimentación. Si no son generadas o consumidas en exceso, son eliminadas por la orina y las heces sin causar ningún problema.
El problema suele aparecer cuando el ácido úrico no se puede eliminar a una velocidad adecuada i/o se produce demasiada cantidad, lo que provoca la llamada hiperuricemia o ácido úrico alto. La hiperuricemia se da cuando el ácido úrico en sangre se encuentra por encima de 7mg/dl en hombres y 6mg/dl en mujeres y puede ser asintomática o provocar síntomas como la gota i/o litiasis renal i/o nefropatía gotosa.

 

¿Pero qué pasa con el ácido úrico que se queda en la sangre?

La hiperuricemia consiste en tener el ácido úrico elevado en sangre. El síntoma más temido de esta enfermedad es el ataque de gota, que se produce al depositarse el acido úrico en las articulaciones. La gota provoca un dolor extremadamente elevado que hay que intentar evitar en la medida de lo posible.

El organismo humano es muy sabio e intenta siempre protegerse de las sustancias que pueden causar algún daño a los órganos vitales. Es por esta razón que cuando el ácido úrico está demasiado elevado en sangre y, por lo tanto puede ser peligroso para el organismo, el cuerpo envía este exceso de ácido úrico lo más lejos posible de los órganos vitales y sobretodo del corazón. ¿Dónde? A la punta de las extremidades. De esta manera el ácido úrico se acumula en forma de “Tofos” en las articulaciones de los dedos de los pies y/o de las manos, desencadenando la gota. La gota es muy dolorosa debido a que, al estar producida por un ácido, se produce una quemadura interna.

El ácido úrico puede estar alto debido a factores endógenos (el propio cuerpo lo fabrica) y exógenos (a través de la alimentación). Para entender cómo funciona el metabolismo del ácido úrico vamos a explicarlo con la ayuda de este esquema: El ácido úrico es una sustancia que se forma a partir de las purinas (las dos
principales responsables de ello son la Xantina y la Hipoxantina). Las purinas pueden aparecer por que el mismo organismo las fabrica, pero mayoritariamente lo hacen a través de los alimentos que las contienen. El cuerpo es capaz de regenerarse constantemente (regeneración celular), por esto existe una vía de
recuperación donde las purinas son “recicladas” por el propio organismo. Lo normal es que una parte de las purinas se utilice para renegar las células del organismo y que la otra parte se elimine por la orina en forma de ácido úrico.

 

 

El problema es que la vía de eliminación natural de ácido úrico a través de la orina es muy pobre. Es por esta razón que un exceso de ácido úrico en vez de ser eliminado se queda en la sangre provocando la hiperuricemia. La cantidad de ácido úrico que puede quedar circulando en sangre es limitada. Aquí es cuando pueden aparecer dos problemas muy comunes:

– La cristalización del ácido úrico en la orina formando “piedras en el riñón”.
– La deposición del ácido úrico en las articulaciones en forma de Tofos, que podrá desencadenar un ataque de gota.

Para bajar el ácido úrico hay que tener en cuenta muchos factores en la alimentación que están relacionados con estos mecanismos. Habrá que actuar teniendo en cuenta todos los factores que influyen en la formación de ácido úrico, pero también en su eliminación del organismo.

 

¿Cómo eliminar la hiperuricemia?

Como ya hemos comentado anteriormente, las purinas se eliminan por la orina si todo funciona correctamente, por esta razón resulta interesante alcalinizar el pH de la orina y que así se favorezca la expulsión de estas. Una mala alimentación suele estar relacionada con una orina mucho más ácida y que, por tanto, potencia la acumulación del ácido úrico e impide la eliminación correcta de las purinas a través de la orina. Para alcalinizar el pH de la orina es necesario:

– Consumir alimentos con potencial basificante como fruta, verdura cocida y cruda, sobre todo las de hoja verde, patata, boniato y aguacate.

– Disminuir el consumo de alimentos acidificantes como la pasta, arroz y pan blanco, les carnes y los embutidos, los lácticos grasos, el pescado azul, los huevos, los dulces, azúcares, la sal y los alimentos ultraprocesados.

– Beber suficiente agua y evitar zumos y refrescos.

– Evitar el alcohol en todas sus formas.

 

¿Se puede consumir tomate si se padece hiperuricemia?

Existe la falsa creencia de que el tomate aumenta el ácido úrico. El tomate no contiene purinas, por tanto, su consumo no hace que estas aumenten en el organismo.

Por otro lado, el tomate contiene fructosa, es importante que se consuma entero, para aprovechar la fibra, y acompañado de otros vegetales y hortalizas, así evitaremos una alta concentración de fructosa como en el caso de los zumos, salsas, licuados… Por tanto no es necesario eliminar de la dieta el tomate fresco o cocido sino que se debe tener cuidado con las salsas de tomate, sobre todo las industriales, el tomate concentrado y los zumos de tomate por su alto contenido en fructosa.