Especialista en Hipertensión en Córdoba
En nuestra consulta tratamos las patologías respetando las necesidades del paciente, así como gustos y preferencias alimentarias (que permitan la patología) y el objetivo siempre será mejorar la salud. Por ello no se realiza una dieta ni se dan únicamente unas pautas, sino que el objetivo será crear unos hábitos saludables que le ayuden al paciente a mejorar su patología y ganar calidad de vida (evitando futuras patologías que deriven de la que ya tiene). Nuestra metodología de consulta es respetar la salud física y mental del paciente, ayudándole a conseguir hábitos saludables que duren toda la vida.
Experta en Hipertensión Arterial en Córdoba
En cada consulta se realizará una medición mediante una bioimpedancia para poder valorar los niveles de grasa, músculo, agua y minerales. Y tras cada consulta se mandará un menú semanal basado en una alimentación Mediterránea. Con todo ello, más listado de alimentos de supermercados ayudaremos a que la base de la alimentación diaria sean alimentos de calidad nutricional.
La hipertensión (HTA) es la elevación de la tensión arterial. Esa presión arterial es la presión que el corazón ejerce sobre las arterias para que distribuyan la sangre por los órganos de nuestro cuerpo. La presión sistólica (presión alta) se obtiene cuando el corazón se contrae y la presión diastólica (presión mínima) cuando el corazón se relaja.
La presión sanguínea se considera normal cuando sus valores se encuentran por debajo de 120/80 y se considera alta (hipertensión) por encima de 130/80. Puede ocurrir también que solo esté alterado uno de los dos valores, en cuyo caso será necesario llevar a cabo un tratamiento para regular dicho valor.
Te ayudamos con los problemas de Hipertensión
La tensión arterial puede verse afectado por la cantidad de sangre que circula por nuestros vasos sanguíneos (a causa del sodio almacenado en nuestro cuerpo, nuestras hormonas y el funcionamiento de nuestros riñones) o por el diámetro de nuestras arterias. Por tanto, cuanto menor es la cantidad de sangre que circula y menor es el diámetro de las arterias, mayor será nuestra presión sanguínea.
Según se ha publicado en la ‘Revista Española de Cardiología’, se estima que el 42,6% de la población adulta de nuestro país padece hipertensión y que el 37% de los hipertensos están sin diagnosticar (en muchos casos es asintomática). De los diagnosticados, más del 88% toman tratamiento farmacológico. Son datos que indican que la hipertensión en España tiene una prevalencia altísima, lo que preocupa, ya que se asocia directamente con un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes y de
sufrir problemas cardiovasculares graves.
Además, hay que tener en cuenta una serie de factores externos que aumentan el riesgo de padecer hipertensión:
1. Exceso de grasa (debido a un sobrepeso/obesidad)
2. Si en tu día a día tienes un nivel de estrés elevado
3. Consumen una cantidad de sal excesiva (ya sea añadida o la presente
en alimentos)
4. Eres fumador/a
5. Tienes un bajo nivel de actividad física
6. Tienes niveles de azúcar en sangre elevados (diabetes)
7. Tienes problemas cardiovasculares o de riñones
8. Ingieres una cantidad elevada de alcohol de forma diaria
9. Existen antecedentes familiares de hipertensión.
Nutricionista para la hipertensión (HTA)
El mayor problema que nos encontramos con esta patología es que es llamada “enfermedad silenciosa” es decir, que en la mayoría de los casos no se manifiestan síntomas y sé diagnóstica cuando se mide por un control rutinario de salud. Es importante una vez diagnóstica que sea tratada para que no genere unas patologías secundarias.
En consulta, nuestras pautas nutricionales para reducir ese niveles de tensión arterial (con o sin medicación) será:
1. Reducir los niveles de grasa elevados: para ello mediremos mediante bioimpedancia los niveles de grasa, músculo, agua, minerales y adaptaremos la alimentación a las necesidades del paciente, respetando siempre sus preferencias y gustos.
2. Reducción del consumo de alcohol: dejar su consumo para momentos puntuales y no consumir de forma diaria (esto incluye el consumo de vino y cerveza).
3. Llevar a cabo una alimentación Mediterránea (una alimentación cardiosaludable): frutas y verduras como base de nuestra alimentación, cereales integrales (legumbres, pan, pasta, arroz…), lácteos y derivados de calidad nutricional (semi sin azúcares ni edulcorantes añadidos), grasas saludables (aceite de oliva virgen extra, frutos secos naturales y aguacate), consumo de agua como bebida principal y proteína saludable (pescados y derivados, carnes magras y huevo). Todo ello de la mano de movimiento (evitando él
sedentarismo) ya sea nadar, andar, bici, entrenamientos.
4. Eliminar la sal añadida y elegir especias como condimentos. Además, se mandará documento para leer etiquetas y recomendaciones para evitar consumir sal añadida en los productos que se compran en él
supermercado.
5. Tendrá un factor importante el calcio en nuestra alimentación (asegurar los requerimientos)“No solo se trata de la alimentación y del ejercicio, también es necesaria una buena gestión emocional, disminución del estrés y descansar correctamente. Si no hacemos ejercicio, si no dormimos bien, si estamos estresados, de poco nos vale comer perfectamente”. Por todo ello, serán puntos a tener en cuenta en el abordaje del tratamiento de la hipertensión en consulta.
