Trastornos de conducta alimentaria (TCA)

Comprende un poco mejor TCA

Un TCA es una enfermedad mental grave y muy compleja que afecta a millones de personas en el mundo. Alrededor de 400.000 personas en España padecen algún trastorno de la conducta alimentaria (de los que 300.000 son jóvenes de entre 12 y 24 años).

· Los TCA son las enfermedades mentales con mayor índice de mortalidad.
· Un TCA es un drama personal y familiar, un sufrimiento indescriptible.
· Un TCA no es un capricho, no es un estilo de vida, no es una elección, no es una vergüenza.

¿Qué hacer si mi pareja o familiar tiene un TCA?

Rompiendo mitos asociados a los TCA

      1. Muchas personas que sufren un trastorno de la conducta alimentaria pueden tener un aspecto saludable.
      2. Las familias no tienen la culpa del trastorno, y pueden ser los mejores aliados para la recuperación.
      3. La aparición de un TCA supone un problema sanitario que altera el funcionamiento personal y familiar.
      4. Los TCA no son el resultado de una decisión, sino enfermedades muy graves y determinadas biológicamente.

Más mitos asociados a los TCA

  1. Los TCA afectan a hombres y mujeres de todas las edades, culturas, razas, pesos o formas corporales, orientaciones sexuales y niveles socioeconómicos.
  2. Las personas con TCA tienen un riesgo alto de complicaciones médicas graves.
  3. La genética por sí sola no determina que una persona sufra un trastorno de la alimentación.
  4. En el desarrollo de un trastorno alimentario intervienen los genes y también los factores ambientales.
  5. La recuperación total de los TCA es posible. La detección y tratamientos precoces son fundamentales.

¿Qué tipos de TCA podemos encontrar?

Anorexia Nerviosa

Restricción y reducción de la ingesta nutricional que provoca una pérdida significativa de peso. La pérdida de peso puede venir dada por una restricción alimentaria acompañada de ejercicio físico intenso (AN restrictiva) o bien por autoprovocarse el vómito y abusando del uso de diuréticos o laxantes (AN Purgativa).

 

Bulimia Nerviosa

Episodios de atracones (ingesta voraz e incontrolada), en los que se ingiere una gran cantidad de alimento en poco espacio de tiempo y generalmente en secreto.

Presencia de conductas compensatorias inadecuadas para intentar rebajar los efectos de las sobre ingesta (mediante vómitos autoinducidos, aumento de la actividad física, ayuno, laxantes y/o diuréticos).

 

Transtorno por atracón

Episodios de ingesta compulsiva de forma recurrente. Tiene muchas similitudes con la bulimia nerviosa. La diferencia principal es que la persona que sufre un trastorno por atracón no realiza conductas compensatorias (vómito autoinducido, abuso de laxantes y / o diuréticos, ayunos, ejercicio físico en exceso, etc). Al no haber conductas compensatorias, en la mayoría de las ocasiones hay un gran aumento de peso y puede llegar en algunos casos a la obesidad.

TCANE (Trastorno de Conducta Alimentaria No Especificado):

Son habitualmente cuadros incompletos de Anorexia Nerviosa o Bulimia Nerviosa incompletos, tanto porque se encuentran en su inicio o porque están en proceso de recuperación. Por lo tanto, existen síntomas relacionados con la conducta alimentaria, pero no cumplen suficientes criterios para diagnosticar anorexia o bulimia nerviosas.

 

Ortorexia

Se entiende por la obsesión por la comida saludable. En la Ortorexia hay una alteración en la conducta alimentaria y, a diferencia con otros trastornos de conducta alimentaria, el problema gira en torno a la calidad de la comida, no de la cantidad.

 

Vigorexia

Es la obsesión por un cuerpo musculoso. La vigorexia es un trastorno mental en el que la persona afectada se obsesiona por su estado físico, afectando a su conducta alimentaria (ingesta exagerada de proteínas y carbohidratos, acompañada del consumo de otras sustancias, como los esteroides anabolizantes) y a sus hábitos de vida

La importancia del apoyo a personas con TCA

 

La familia y los amigos ofrecen un refugio seguro y comprensivo donde la persona afectada puede hallar consuelo y entender que no está sola en esta lucha. El apoyo familiar proporciona una base emocional sólida, fomentando la autoestima y la confianza en sí mismo. La empatía y el amor incondicional que la familia y los amigos ofrecen, permite que la persona afectada se sienta aceptada y valorada, independientemente de su lucha contra el TCA.

Pero, además, la familia y allegados también pueden ayudar a una persona que tiene TCA en lo que respecta a su tratamiento psicológico. Además
de alentar y mantener la adherencia al tratamiento y a las terapias recomendadas, los familiares pueden participar de forma activa, ya sea asistiendo a sesiones terapéuticas o colaborando en la adopción de hábitos alimentarios saludables, reforzando la voluntad de la persona afectada, y convirtiéndose así en un equipo comprometido hacia una meta común.

Consejos sobre cómo ayudar a una persona con TCA

 

Ofrecer ayuda a una persona con TCA es siempre un acto bienintencionado. Sin embargo, al igual que ocurre con todos los trastornos relacionados con la salud mental, conviene tener en cuenta ciertos consejos.

  • Edúcate a ti mismo

    Si no sabes cómo tratar a una persona con TCA empieza por informarte sobre los diferentes tipos de trastornos de la conducta alimentaria. Aprende sobre sus síntomas, causas y posibles tratamientos. Cuanto más comprendas, mejor podrás entender y apoyar a la persona que tanto quieres.

  • Escucha sin juzgar

    Es importante que logres crear un ambiente seguro y de comprensión. Para ello, tendrás que realizar una escucha activa sin emitir juicios ni críticas. Deja que se abra contigo y que exprese sus sentimientos y preocupaciones sin miedo a tus reacciones o reproches.

Ofrece tu apoyo emocional

Asegúrale que tú estás aquí para apoyarle en todo lo posible durante y después de su proceso de recuperación. Exprésale tu preocupación y tu amor incondicional.
No fuerces la conversación
Si bien es importante mostrar tu apoyo, no presiones a la persona para que hable sobre su trastorno o sus hábitos alimenticios si no se siente cómoda haciéndolo. Dale su tiempo sin agobios.

 

Trata de llevar una vida lo más normalizada posible

Aunque es evidente que el TCA condiciona algunos aspectos de la vida en familia como, por ejemplo, las comidas o salidas a un restaurante, trata de fomentar una vida lo más normalizada posible y mantener todas aquellas actividades habituales como trabajo, estudios, ocio, relaciones sociales, etc.

 

Fomenta un ambiente saludable en las comidas

Trata de llevar en casa una alimentación saludable, manteniendo horarios fijos de, al menos, tres comidas al día, con raciones normales para su edad. Tratad de comer sentados, con tranquilidad, sin distracciones y haciendo reposo después de comer. La idea es resaltar el aspecto social de la comida, entendida como un punto de encuentro familiar y placentero.

 

Evita comentarios sobre su apariencia física

No hagas comentarios sobre el peso, la figura corporal o la apariencia física de la persona, ya que esto podría empeorar su situación. No debemos olvidar que esta persona está viviendo en una realidad distorsionada y sufriendo, por lo que será mucho más susceptible a este tipo de comentarios.

 

Evita hablar sobre la comida

De igual modo, evita hablar constantemente sobre la comida, la dieta o el peso alrededor de la persona que está lidiando con un TCA. No instes a comer o a no comer, a menos que esto sea parte del plan de tratamiento.

Sé paciente y comprensivo/a

Ten en cuenta que la recuperación de un TCA lleva tiempo y esfuerzo. Así que, si quieres ayudar a una persona con trastorno alimentario tendrás que ser paciente con ella y celebrar los pequeños avances en su proceso de recuperación.

No intentes ser su terapeuta

Aunque es importante brindar apoyo, recuerda que no eres un profesional de la salud mental y no puedes sustituir a ese apoyo profesional.

Anima a buscar ayuda profesional

Recomienda a la persona que busque ayuda profesional especializada en trastornos de la conducta alimentaria, como es el caso de un dietista- nutricionista, psicólogo/a o psiquiatra. Incide en la necesidad de pedir ayuda y dar con un diagnóstico.