Hambre después de cenar: ¿qué puedo hacer?

Muchas personas sienten hambre después de cenar, y esto no solo tiene una explicación, sino que también se puede solucionar con algunos consejos que te daré en este artículo. El hambre puede ser causada por diferentes factores, algunos de los cuales señalaremos a continuación.

¿Por qué tengo hambre después de cenar?

Si tienes hambre después de cenar, puede deberse a que has comido menor proporción de lo normal, ¿qué sucede si la sensación de hambre es recurrente? Aquí es cuando tienen que saltar tus alarmas porque puede significar que algo no trabaja como debe trabajar.

Algunas de estas causas probables podrían ser las siguientes:

-Hormona del hambre: una de las causas es que no funcione (aunque suele ser lo menos común) de manera correcta la hormona del hambre, llamada leptina. Esta hormona es la encargada de decirnos que dejemos de comer. Algunos comestibles influyen de manera directa en ella, comestibles como la bollería industrial, los refrescos, y otras comidas y bebidas procesadas.

Falta de ácido fólico: unos niveles adecuados de ácido fólico nos proporcionan saciedad, Este nutriente lo podemos encontrar en frutas y verduras (que nos proporcionan saciedad gracias a la fibra, además de otros nutrientes).

Causas psicológicas: numerosos estudios muestran que son muchos los factores que pueden influir en nuestra «hambre emocional» como son el estrés, las hormonas, nuestras emociones, entorno, así como los hábitos adquiridos desde nuestra infancia. Las causas de tu hambre tienen la posibilidad de ser otras y por eso siempre sugiero que cada caso especial sea consultado con un experto en nutrición. Ya que es importante valorar todos los factores que están influyendo en tus elecciones alimentarias, así como en tu sensación de hambre, apetito y saciedad.

Consejos para evitar el hambre después de cenar

-Es importante adaptar el reparto de comidas a lo largo del día tanto a tus necesidades psicológicas como fisiológicas, para darle a tu cuerpo la cantidad de nutrientes que necesita y no tener un bajo nivel de glucosa (azúcar) al finalizar el día.

-Es importante evitar en nuestro consumo diario alimentos ricos en grasas refinadas, azúcar añadido y edulcorantes que pueden afectar a nuestra dependencia por ciertos alimentos.

-Es importante además de buscar ese apoyo nutricional, un apoyo psicológico para darte los pasos a seguir para detectar apetito/saciedad, distinguir entre hambre real o hambre emocional, y en caso de ser hambre emocional, comer siendo consciente sin prohibiciones ni restricciones alimentarias que solo agravarían tu problema además de fomentar una mala relación comida y que comamos después de cenar sin control generando lo que en consulta denominamos «atracones».